El movimiento social LGBT internacional fue clasificado como «organización extremista” por el Tribunal Supremo de Rusia el 30 de noviembre de 2023, a petición del Ministerio de Justicia. Dado que la reunión se desarrolló a puertas cerradas, se desconoce el texto completo de la decisión. Los expertos prevén que los movimientos de derechos humanos y los activistas que utilizan símbolos LGBTI, hacen donaciones, o apoyan de otra manera valores «no tradicionales” ahora correrán el riesgo de ser perseguidos. El presidente ruso, Vladimir Putin, también podría aprovechar la medida de las autoridades para prohibir todas las actividades de este sector durante su campaña electoral.
¿Comenzará pronto la persecución?
La decisión del Tribunal Supremo entra en vigor de inmediato, pero por ahora sólo afecta a las actividades de la comunidad LGBTQ. La parte que se refiere a las «organizaciones estructurales” -que podrían significar todas las organizaciones en Rusia que están relacionadas con el tema LGBTQ+- entrará en vigor el 10 de enero de 2024, dijo Maxim Olenichev, abogado del proyecto de derechos humanos «Pervyj otdel» (Primer Departamento), en entrevista con DW. Él teme que probablemente no se recurra la decisión, porque no hay nadie que pueda hacerlo. No hay ningún acusado, y los activistas que intentaran asumir ese papel no serían admitidos. Eso es lo que le ocurrió en noviembre a un grupo de activistas de derechos humanos, quienes registraron un «Movimiento Social Internacional LGBT». Su apelación contra la solicitud del Departamento de Justicia ante la Corte Suprema fue simplemente ignorada.
Olenichev critica el hecho de que la reunión del Tribunal Supremo no fuera pública y el texto de la decisión no fuera publicado. «El Estado quiere impedir que la gente se prepare y sepa si sus actividades están prohibidas o no», afirmó el experto. Por lo tanto, los afectados tendrían que esperar el castigo máximo prescrito desde hace tiempo para las organizaciones extremistas: una pena de prisión de hasta 12 años.
Seguridad solo en el extranjero
Desde hace tiempo, muchos activistas LGBTQ+ están abandonando Rusia, incluidos los empleados de «Zentr T», una iniciativa grupal que apoya a las personas transgénero en Rusia. Pero algunos de sus activistas, que no pueden realizar su trabajo en internet, permanecen en Rusia. Eso informa el director y fundador de «Zentr T», Jan Dworkin, quien subraya que «se trata de ayuda de emergencia, por ejemplo, alojamiento de emergencia para personas que son perseguidas por su identidad u orientación, o que han sido expulsadas de sus hogares. Por razones de seguridad, ya no publicitaremos dichos servicios”. Las reuniones con miembros de la comunidad y con psicólogos seguirán realizándose en línea, dice Dworkin, que también abandonó Rusia: «Probablemente celebraremos nuestras conferencias sin conexión de video y sólo con participantes bien verificados».
Los miembros del equipo Sfera, que lleva haciendo campaña por los derechos LGBTQ+ en Rusia desde 2011, ahora están sopesando sus riesgos. La directora del proyecto «Ayuda jurídica», Yekaterina Dikovskaya, dijo a DW que la mayor parte de su tarea se realiza en un formato seguro en línea, y que parte de su equipo se encuentra en el extranjero. Pero, según ella, en Rusia corren peligro muchas personas: aquellos que donan dinero a organizaciones queer y se suscriben a canales de redes que los agrupan, o a blogueros. La fotógrafa Rosa, de Víborg, se autoconsidera queer, y ha decidido quedarse en Rusia. «Todavía no sé cómo puedo proteger a otros, ya que publico historias sobre personas LGBT en medios extranjeros. Por el momento no está claro si sería mejor retocar los rostros en las fotografías”, advierte.
¿Inicio de la campaña electoral de Putin?
La persecución de las personas LGBTQ+ en Rusia ha estado en curso desde al menos 2013, cuando Putin firmó una ley que prohíbe la «propaganda de relaciones sexuales no tradicionales” entre menores. La siguiente ley represiva se aprobó en 2022 y prohibió la distribución de cualquier material que, según las autoridades rusas, «promueva relaciones sexuales no tradicionales”. Esto obligó a muchas editoriales, librerías, bibliotecas y cines en línea a eliminar cualquier mención a las relaciones entre personas del mismo sexo bajo amenaza de multas.
El jefe de la Fundación Rusa Anticorrupción, el opositor Ivan Zhdanov, dijo en Telegram que la decisión del Tribunal Supremo podría ser el comienzo de la campaña electoral de Putin. Con ello, el poder estatal quiere distraer a la opinión pública de los problemas reales y, en vista del creciente aislamiento del país, «crear enemigos míticos y discriminar a la población por diversas razones».
Dmitri Peskov, portavoz del presidente ruso, había afirmado antes de la decisión que el Kremlin no sigue el proceso en el que el Ministerio de Justicia exige que el movimiento internacional LGBT sea calificado de «extremista”. Putin también se manifestó varias veces sobre el movimiento LGBT. En noviembre, dijo en el Foro de la Cultura de San Petersburgo que las personas LGBT son «también parte de la sociedad”. Y en febrero, dijo en un discurso de la Asamblea Federal que «nadie invade la privacidad de las personas LGBT”. Pero añadió que las «sagradas escrituras» dicen que una familia es la unión de un hombre y una mujer.