Una cuarta ola causaría una nueva interrupción en los suministros, y regresaría las restricciones a las actividades sociales, según especialistas.
El incremento en los contagios de ómicron, la nueva variante del COVID-19, pone en duda la recuperación económica en México, que en los últimos meses ha mostrado debilidad.
Expertos coincidieron que las implicaciones de la cuarta ola de casos de coronavirus en la actividad consistirán en una nueva interrupción en la cadena de suministros, restricciones en actividades sociales que afectarían especialmente al sector servicios y presiones al alza en los precios.
De acuerdo con los últimos datos de la encuesta de Citibanamex, las expectativas para el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en el 2022 son de 2.8 por ciento y de 2.2 por ciento para el 2023.
Por su parte la Secretaria de Salud, anunció que a nivel mundial se han reportado 281.8 millones de casos confirmados, de los cuales 1.6 millones son casos nuevos. En México, se han confirmado 3.9 millones casos totales y 299 mil defunciones totales por COVID-19.
“Nuestro escenario básico contempla una cuarta ola en el primer trimestre del 2022, con nuevas implementaciones de semáforos rojos en varias ciudades, aunque no prevemos un confinamiento como el que se dio en el 2020, y aunado a ello, una economía que se encuentra débil tendríamos como resultado un crecimiento muy bajo o negativo al comienzo del siguiente año”, indicó Ernesto O’Farrill, presidente de Grupo Bursamétrica.
Afirmó que la cuarta ola de contagios romperá la inercia de la recuperación. “El PIB en el primer trimestre del próximo año podría registrar entre 0.5 y menos 0.5 por ciento a tasa anual y con este resultado será difícil alcanzar el 3 por ciento que el mercado proyecta, inclusive nuestro pronóstico bajó a 1.9 por ciento en 2022, es decir, casi es un punto del PIB lo que una cuarta ola representaría en la economía”.
Alejandro Saldaña, subdirector de análisis económico de Ve por Más, apuntó que “veremos más obstrucciones en la cadena de proveeduría y en la producción industrial y en específico aquellas que son muy sensibles a este tema, como la manufactura de equipo de transporte o equipo electrónico, entonces es posible que en el 2022 tengamos nuevas obstrucciones y distanciamiento social que perjudica al sector servicios”.
Sin embargo, Saldaña señaló que la variante ómicron no ocasionará cierres totales en la economía debido a que el gobierno federal no considera grandes confinamientos y la población aprendió a convivir con el Covid-19.
Por el contrario, Jacobo Rodríguez, director de Análisis Financiero en Black Wallstreet Capital México (BWC), consideró “que el impacto sería marginal sobre todo por la postura que ha tomado el gobierno y las autoridades que anunciaron que no habrá cierre de actividades como lo que observamos en el año pasado”.
“Las afectaciones serían para aquellos sectores que tienen que ver más con las exportaciones y no tanto por la cuestión local, debido a las restricciones que se pudieran dar en otros países como en Europa”, expuso Rodríguez.
Efecto inflacionario
“Las afectaciones de esta nueva variante podría perjudicar a la producción en general, pero sobre todo a los servicios, como en las anteriores olas de contagios. Las implicaciones no solo serán en la economía, también podrían presionar a la inflación a nivel mundial”, indicó Gabriel Pérez del Peral, profesor de la Universidad Panamericana.
“Con los aumentos en los contagios habría restricciones lo que bajaría la producción y habría escasez de bienes y servicios, y como resultado impulsará al alza a los precios en todo el mundo”, agregó.