Laura Zapata recordó uno de los momentos más trágicos de su vida: El secuestro que que vivió a inicios de los 2000 junto a su media hermana Ernestina Sodi, evento que a la postre la llevó a distanciarse de la cantante Thalia y el resto de sus hermanas.
El secuestro de Laura Zapata y Ernestina Sodi: la razón por la que ni Thalía ni Tommy Mottola pagarían su rescate
“Nos levantaron saliendo del Teatro San Rafael, todo duró 45 días para las dos. Yo salí antes, pero yo salí a negociar su vida, ellos estaban pidiendo 5 millones de dólares al esposo de Thalia”, recordó la actriz en entrevista con la periodista Pati Chapoy.
“Dije ‘Yo la verdad no habló inglés, yo al señor [Tommy Mottola, empresario y esposo de Thalia] no lo conozco, yo con el señor me quedé en nice to meet you, hello y goodbye, no sé cuánto dinero tenga, no creo que tenga 5 millones de dólares’ y entonces yo les dije ‘Yo no me llevo con ellos, yo acabo de tener un problema ahora que fui al cumpleaños de Thalia’. Yo les pinté un panorama que había sido real, pero se los puse como que ‘Me odian y no me van a dar ni un centavo, ni un penique de dólar por mí'», agregó.
La villana de telenovelas aseveró que fue liberada antes que su media hermana por una poderosa razón. “Y este era un negocio familiar, era el papá, los hijos, no sé qué, pero había dos de la banda de los Petriciolet, los que mataron al niño Martí, entonces dicen ‘Vamos a liberar a una de ustedes y Ernestina dice ‘Pues sí, pues Laura’, yo dije ‘Yo puedo pedir dinero a ya sabes: El Gordo y La Flaca, a mi amigo Herrerías… a Pati Chapoy y, déjame decirte una cosa, la única que mandó un sobre con dinero fue Elisa Salinas, después se le regresó”, relató.
Pese a que recuperó antes su libertad, Laura subrayó: “La familia sabía que me iban a liberar porque ellos estaban trabajando con personas de la Agencia Federal de Investigaciones. Por mi cabeza pasaba: ‘Qué compromiso tan grande’ y qué tenía que sacar de alguna manera a Ernestina, que no me iba a perdonar nunca que la mataran y yo hubiera salido. Yo no sé qué es peor, si estar secuestrada o ser negociadora de la vida de ella (…) se conformaron creo que con 1 millón 200 mil pesos porque se les acababa el tiempo”.
Finalmente, la artista de 67 años recalcó que pudo recuperar su tranquilidad hasta que las personas que la privaron de su libertad recibieron su castigo.
“Yo seguí trabajando con la Agencia Federal de Investigaciones porque yo dije ‘Yo no me voy del país, yo los quiero agarrar para que esto no vuelva a pasar’, porque Ernestina acusó a unos que no eran y creo que dos siguen en la cárcel de los que no eran. Hasta que cayeron los que eran y están en la cárcel, dos huyeron, creo que dos o tres ya están muertos, el papá se ahorcó después de que yo lo fui a visitar y hablé con él en la cárcel (…) ahí me dijo ‘Me voy a salir por la puerta falsa’ y yo [pensé] ‘¿Qué chiste tiene?… ahí usted sirve más a la sociedad que muerto’ y se ahorcó”, culminó.
