Es un día típicamente ajetreado en «Little India» (o la pequeña India), una zona de Queens, en Nueva York, que muchos inmigrantes del sur de Asia consideran su hogar. Pero las cosas están mucho más tranquilas en el Mercado de Carne Al Noor, una carnicería halal local en la calle 73.
No es la covid-19 lo que mantiene alejados a los compradores, sino el precio de la carne, que últimamente ha aumentado considerablemente en Estados Unidos.
Shakeel Anjum, un carnicero de la tienda de 36 años, dice que el costo mayorista de la carne de cabra ha subido de alrededor de US$8 a US$10 la libra (aproximadamente medio kilo), mientras que la carne de res ha subido de US$5 a US$6.
«Cuando la carne está cara, la gente come menos», dice, y agrega que la tienda ha subido sus propios precios para hacer frente a este aumento. «El negocio va muy lento».
Según su compañero de trabajo Raza Jawed, de 50 años, los culpables son los grandes proveedores. «Se han unido y han subido los precios», señala. «No podemos hacer nada, ellos tienen todo el poder».