Tulum es un destino turístico popular en el que la bicicleta es parte de la experiencia vacacional, así como de la vida cotidiana de gran parte de los residentes.
Los recorridos en bici por el pueblo, las playas o la selva, son parte del ecoturismo y la esencia chic bohemia del sitio y por lo que proliferan en el municipio los negocios en los que se rentan esta clase de vehículo.
En el caso de los residentes representa un medio de transporte muy socorrido, pues pedalear resulta una alternativa asequible, a falta de un sistema de transporte público eficiente y por las altas tarifas que cobran los taxis locales.
Ante este panorama, la cantidad de bicicletas en la cabecera municipal, playas públicas y zona hotelera resulta mucho más abundante que en otros destinos del estado.
COBRA AUGE BICICLETA
Éste es, sin duda, un “pueblo bicicletero”, pues, por ejemplo, en el cruce vial más importante transitan hasta 92 unidades por hora, afirma Cuauhtémoc Martínez Sayago coordinador de la Embajada Mexicana de la Bicicleta en Tulum.
Además, el activista por el pedaleo estima que en una de cada tres casas de la cabecera municipal existe, al menos, una de estas unidades de transporte.
Es tal la presencia en la ciudad, que a lo largo de la avenida Tulum y también en los alrededores, los negocios como tiendas, farmacias, restaurantes y
hosterías, tienen en la vía pública zonas para estacionarlas y asegurarlas.
Adoptar este medio de transporte no motorizado representa beneficios para el medio ambiente, para la salud y hasta para la economía familiar, y es
tal el arraigo, que se ha contagiado su uso a los turistas.
No obstante, el aumento de su utilización y la gran demanda por parte de turistas y habitantes locales, también ha desarrollado problemáticas sociales y de seguridad pública.
Con base en una encuesta en la que participaron 171 pobladores de Tulum, se registró una alta percepción el robo de bicicletas.
El sondeo busca reflejar la percepción que tiene la población del noveno municipio sobre la perdida de este tipo de unidades, que cada día son de mayor
uso por parte de pobladores y visitantes.
El 67% de los consultados (114 personas) afirmaron que “es muy común”; mientras que el 29% de los encuestados (50 personas) contestaron que ya han sido víctimas.
Una de las consultadas, Karen Hernández, compartió que en los cinco años le han sustraído cuatro bicis en diferentes circunstancias. “A mí me han robado la bici
hasta estando dentro de un hostal con cámaras.
Y otras veces por descuidada o demasiado confiada de dejarla sin cadena en el patio de mi casa. Ya van
cuatro que me roban en más de 5 años”, detalló.
El modus operandi para el robo es casi siempre igual: sin violencia y de forma disimulada. Los transgresores aprovechan los momentos de oportunidad para tomar una que no esté vigilada ni encadenada o que pueda ser fácilmente liberada con herramientas para cortar metal.
Respecto a ello, la ciudadana Angélica Ruiz opinó: “es muy común que se roben las bicicletas, muchas veces es porque se confían y simplemente llegan
y la dejan afuera de los comercios. Se tardan comprando o se ponen a platicar con alguien y cuando salen ya se las robaron”.
COMPRA Y VENTA ILEGAL
El robo de bicicletas se ha convertido en un fructífero negocio para los infractores. Este delito preocupa a los habitantes, quienes han denunciado que losmismos ciclistas adquieren sus vehículos de segundo uso y sin solicitar una factura que acredite su legal procedencia.
Respecto al mercado negro de bicicletas, el poblador Eduardo Rodríguez comentó: “a veces pienso que seguimos fomentando el robo al comprar bicis de segundo uso.
Deberíamos normalizar pedirles factura o comprobante de compra”. Esta opinión fue compartida por Susy González, quien reclamó: “ustedes mismos fomentan esos robos porque compran bicicletas usadas y sin factura”.
Diego García, gerente general de la empresa Ola Bike aseveró que en su experiencia en el giro de la renta de bicicletas, la compra de bicis sin factura es “la
parte angular” del robo de las mismas.
“Si tú a la hora de comprar una bici pides que te den la factura, entonces transformas la situación, porque el robo de bicis pasa por la alta demanda de compra de manera informal. Todo mundo busca lo más barato en Facebook Market y eso hace que la gente vea oportunidad de negocio, por así decirlo”,
dijo.
EMITEN RECOMENDACIONES
El gerente de Ola Bike además de aconsejar no comprar bicicletas sin factura, emitió una serie de recomendaciones para evitar ser víctimas de los ladrones,
pues “nadie está exento”.
Las sugerencias para que los ciclistas eviten una mala experiencia y los turistas se vayan con una mala imagen de Tulum, es: preferentemente dejar las bicis dentro de propiedad privada o usar cadenas y candados de alta seguridad al estacionar en la vía pública.
También evitar “puntos rojos”, como zonas solitarias, sin casas ni comercias y con poca iluminación, que es donde más se registran los robos.
El entrevistado concluyó que la incidencia de este delito varía entorno a la temporada; que en diciembre y enero, cuando hay mayor afluencia de turistas, es
cuando puede llegar a duplicarse el número de robos.