Por un año, Estados Unidos prohíbe la entrada a perros procedentes de más de 100 países donde la rabia sigue siendo un problema, anunciaron el lunes las autoridades.
La prohibición se implementará debido a un aumento en el número de cachorros a los que se les negó la entrada porque no eran lo suficientemente grandes para estar completamente vacunados, señalaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés).
La nueva medida que prohíbe la entrada a perros, entrará en vigor el 14 de julio y Douglas Kratt, presidente de la Asociación Médica Veterinaria Estadounidense, celebró la decisión.
“Queremos asegurarnos de que estamos trayendo perros saludables al país, sobre todo si van a ser mascotas”, dijo Kratt, un veterinario que reside en La Crosse, Wisconsin.
La prohibición abarca a los perros que ingresan o regresan a la nación, incluidas mascotas o aquellos que son traídos para su venta o adopción.
Por ejemplo, si una pareja estadounidense llevara a su perro a Belice, no podrían traerlo de vuelta a Estados Unidos a menos que el perro pase primero seis meses en un país que no tenga un alto riesgo de rabia.
Aproximadamente un millón de perros son traídos a Estados Unidos al año, y se tiene previsto que la prohibición afecte a entre 4% y 7,5% de ellos, señalaron las autoridades. Se harán excepciones para algunas situaciones, como para los perros guía o para los extranjeros que se mudan al país con sus mascotas.
La mayoría de los perros a los que se les negó la entrada recientemente venían de tres países: Rusia, Ucrania y Colombia.
Varios rechazos más provocaron que los CDC prohibieran el ingreso de perros procedentes de todos los países donde el riesgo de rabia es demasiado alto, explicó Emily Pieracci, una experta en rabia de los CDC.
Debido a la nueva medida que prohíbe la entrada a perros, muchos de los rechazos fueron por documentación falsa que afirmaba que los perros tenían más de 4 meses, comentó Pieracci.
Los perros menores de 4 meses no pueden ingresar al país debido a que las vacunas antirrábicas no tienen efecto antes de que el perro alcance esa edad.
Una lucha histórica contra la rabia
La rabia suele ser una enfermedad mortal tanto para perros como para los humanos, y es causada por un virus que invade el sistema nervioso central.
Lo más habitual es que se propague a través de la mordedura de un animal infectado. No hay cura para ella una vez que se presenten los síntomas, pero puede prevenirse mediante la vacunación.
Los perros alguna vez fueron portadores habituales del virus en Estados Unidos, pero el tipo de rabia que generalmente circula entre los perros fue eliminada en la nación a través de vacunaciones en la década de 1970. En 1988, un nuevo tipo de rabia canina fue traída desde México. Se propagó a los coyotes salvajes y tomó 19 años eliminarla.
Los casos de esa segunda ola “ponen de manifiesto el impacto que un solo caso de rabia importada puede tener en la vida silvestre, en los animales domésticos y en la gente”, comentó Pieracci.
Se cree que la demanda de perros ha ido al alza durante la pandemia de COVID-19, debido a que los estadounidenses buscan una compañía peluda, señaló Pieracci.
Sin embargo, algunos programas de vacunación antirrábica de perros tuvieron que ser suspendidos o cancelados durante la pandemia, por lo que el riesgo de traer a un perro con rabia es mayor, añadió. (Novedades)