El Issste es el sector que reporta mayor cumplimiento en su meta con 61.3%.
El estado de Quintana Roo ha aplicado 202 mil 400 dosis de vacuna contra influenza, de las 417 mil 036 que tiene que programado aplicar antes del 30 de marzo, lo que representa un avance del 48.5%.
De acuerdo con el reporte, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) es el sector que reporta mayor cumplimiento en su meta, con 61.3%, ya que hasta el momento ha puesto 12 mil 250 biológicos de 19 mil 970 dosis asignadas.
Le sigue el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), cuyas unidades han aplicado desde el mes de noviembre 92 mil 262 mil vacunas de 185 mil 856 establecidas, es decir un 49.6%.
Los Servicios Estatales de Salud (Sesa) reportan que hasta el 10 de diciembre llevan un avance de 46.4%, con 97 mil 888 biológicos utilizados, de los 211 mil 210 que les fueron asignados para la temporada invernal.
Julissa Rodríguez, gerente médico de la vacuna de Influenza de Sanofi Pasteur, explicó que es necesario que la población se aplique este biológico debido a que se retoman actividades y reuniones que hace un año se tenían en menor medida, lo que aumenta el riesgo de contagio de esta y de otras enfermedades como el Covid-19.
“El mismo frío hace que la gente se concentre y no abra ventanas. Hay que recordar que están circulando ambos virus y podría haber una coinfección, es decir, que una persona pudiera tener influenza y al mismo tiempo Covid (…) en el país se registró un caso en Baja California de coinfección”, dijo.
La especialista recordó que, aunque tienen síntomas similares, la influenza no es un resfriado común, ya que puede ocasionar cuadros graves que requieran hospitalización e incluso generar fallecimientos.
“En temporadas pasadas, nueve de cada 10 personas que lamentablemente fallecieron, no estaban vacunadas”, indicó y recordó que en México la población tiene acceso a la vacuna de manera gratuita desde el mes de noviembre en todas las instituciones públicas.
Durante esta campaña se pretende proteger a los menores desde los seis meses hasta los cuatro años y 11 meses, además de los adultos mayores, embarazadas, personal de salud, personas que viven con VIH, diabetes, obesidad mórbida, cardiopatías, enfermedad pulmonar, asma, cáncer, insuficiencia renal o cualquier padecimiento inmunosupresor.