Recientemente, mientras comenzaba la gira internacional con RBD, cuenta Maite Perroni, tuvo una pesadilla que aún hoy la estremece.
“Soñé que ya estaba el show empezando, que estaba el opening y ya todos estaban volando en el platillo volador con el que entramos, pero yo no estaba lista. Corría y corría para arreglarme y decía: ‘pero, ¿para qué lo hago? No me va a dar tiempo, ya va a acabar todo’. Fue horrible la sensación, aunque nunca ha pasado en la realidad”, relata.
¿La razón de la pesadilla? Ni ella lo sabe, aunque suele pasarle a algunos artistas antes de entrar a escena. Pero es normal que las emociones y el estrés hagan mella en todos los integrantes.
Este fin de semana en Monterrey, Maite, Anahí, Dulce María, Christian Chávez y Christopher Uckermann ofrecen sus primeros shows en territorio mexicano, luego de tres meses recorriendo EU y algunas fechas en Colombia y Brasil.
Luego del estado norteño, estará dos días en Guadalajara, para luego empezar este 30 de noviembre con una temporada récord de seis conciertos en el Foro Sol de la Ciudad de México y terminar el 21 de diciembre en el imponente Estadio Azteca.
¿Qué motivó este reencuentro? Los fans y la amistad entre ellos.
“Nunca nos despedimos de México, nunca tuvimos la oportunidad de cerrar ese ciclo y nos da mucha ilusión y muchos nervios también. Ha sido reencontrarnos ante nosotros en un escenario porque bueno, la amistad y el amor ha existido siempre”, cuenta Maite.
El reencuentro lo encara desde una posición distinta a la de hace 20 años, cuando se dio el fenómeno con la telenovela Rebelde y luego en la música como RBD. De entrada, bromea, las rodillas duelen tras los números bailes del concierto.
“Claro que duelen las rodillas (risas), ya no es la misma energía, pero nos la estamos pasando bien. En el escenario no tenemos una pretensión más que la de disfrutar de nuestra música desde un lugar mucho más consciente, porque antes no teníamos tiempo de darnos cuenta de todo lo que sucedía y ahora ya.
Y, al igual que su compañera y amiga Dulce María, lo hace como mamá, etapa en la que debutó hace apenas medio año.
“Y todas estamos viviendo una nueva etapa personal, hablando de familias, esposos e hijos. Ya somos mujeres de 40 años y volver a casa, de un hotel o el avión y encontrar ese abrazo de la persona que amas y de tu bebé es hermoso”.
La cantante compagina la maternidad con el trabajo gracias al apoyo de su pareja, el productor de tv Andrés Tovar, con quien contrajo matrimonio en octubre de 2022.
“(A la bebé) Prefiero mantenerla más resguardada y que no vaya a los conciertos, ahora la puedo disfrutar todos los días. Todos nuestros esposos y familias se han portado generosos y amorosos, incondicionales; sabemos que están bien y que podemos cumplir nuestros sueños, trabajando en equipo”.
De actriz y productora
Maite dice que no tuvo tiempo de ponerse nostálgica hace 15 años cuando acabó RBD. Ya para entonces, recuerda, había empezado la telenovela «Cuidado con el ángel», a la que siguió «Mi pecado», «Triunfo del amor» y «Cachito de cielo», hasta contabilizar ahora una veintena de producciones, como las series «El juego de las llaves» y «Tríada», historia última que le valió el premio Produ.
“Para mí fue un proceso muy suave terminar ciclo con Rebelde, con el que me sentía totalmente agradecida, pero al mismo tiempo no tenía mucho tiempo de sentir esa despedida, ahora estoy disfrutando de cada segundo, de verdad.
“Mi proyección profesional en un futuro es hacia la actuación, hacia la producción (con su propia compañía, con la que hizo la película Doblemente embarazada), incluso me gustaría dirigir en algún momento de mi vida. Mientras estoy de tour, de mamá, estamos organizando nuestra compañía para concretar un proyecto que tenemos planeado y que diremos cuando haya fechas y desarrollo”, expresa.